I.La disputa por el
reo.
El verdadero jaleo es a nivel bi-nacional, entre México y
Estados Unidos. En estos momentos, gira en torno a la cuestión sobre quién se
quedará con Joaquín Guzmán Loera alias "El Chapo"; no solo sobre qué
país lo ha de juzgar en una corte federal y condenarle a una montaña de años de
prisión, sino aún más importante: lo fundamental es definir qué gobierno va a
ser capaz de hacer que el capo revele datos valiosos -más allá de si la opinión
pública se entera o no de tal información-, y por supuesto, definir qué
gobierno va a encargarse del confinamiento permanente de un Guzmán Loera tras
las rejas. Se nota que hay mucha gente a la que no le conviene que el capo
enfrente la posibilidad de ser extraditado.
Es muy importante revisar este no tan sutil juego de
poder antes de analizar la reciente nota de la narco-marcha en la ciudad de
Culiacán a favor del "Chapo". Están en juego una serie de intereses
que rebasan por mucho a los de los de unos manifestantes en las calles.
II.Escenarios
inquietantes...
Existen dos escenarios con consecuencias verdaderamente
comprometedoras para la parte perdedora en este conflicto.
A) El gobierno de México se queda con el
"Chapo". En ese caso, primero que nada tendrá que ser un proceso
penal ejemplar, de modo que el capo no pueda aprovechar ningún recoveco legal
que lo pueda dejar libre. La sentencia final que se le dicte tendrá que ser muy
severa, y el Estado mexicano estará obligado a quitarle al prisionero toda
posibilidad de privilegios, esos que son posibles gracias a la CORRUPCIÓN en
los penales. Todo esto debe ser así, por que de lo contrario el gobierno de
Estados Unidos tendrá sobrados motivos para acusar tales deficiencias en el
sistema judicial y penal mexicano, y renovaría sus reclamos de extradición de
Guzmán Loera.
Y otra cosa no menos importante: el Estado mexicano NO
puede darse el lujo de permitir una segunda fuga del "Chapo", ya que
si esto sucede, Peña Nieto sería el más grande hazmerreír de todos los tiempos
(todavía más de lo que ya es), además de que sería percibido por la comunidad internacional
como una prueba fehaciente de que México tiene un Estado fallido.
B) El gobierno de Estados Unidos presiona y realiza
maniobras políticas de tal contundencia que logra la extradición del
"Chapo". Si el jefe del cártel de Sinaloa es juzgado y encarcelado permanentemente
en una prisión estadounidense, mandará el mensaje al mundo de que México tiene
(otra vez) un estado fallido que no puede ni mantener a un reo tras las rejas.
También eso demostraría que Estados Unidos solo instigó el operativo de la
captura para ayudar momentáneamente a mejorar la imagen del gobierno de Peña
Nieto, pero en los hechos, E.U. siempre tuvo el interés de extraditar al capo
desde el principio, para que sirva más a los intereses norteamericanos que a
los del Estado mexicano.
Y es en este juego de intereses donde entramos en una verdadera
zona de turbulencia. Si el gobierno mexicano se queda con el "Chapo",
entonces tendría una oportunidad de ORO para sacarle información que le permita
no solo disciplinar a muchos de los
CORRUPTOS dentro del Estado que participaron en la red de CORRUPCIÓN del
capo.
Más importante aún: el gobierno de Peña Nieto tendría la
oportunidad de obtener información privilegiada sobre la CORRUPCIÓN en el
gobierno de Estados Unidos (¡!) la cual permitió a Guzmán Loera el operar la
distribución de drogas en la Unión Americana. Y no solo de Estados Unidos,
puede que también sobre la CORRUPCIÓN de gobiernos de los 54 países en donde
opera el cártel de Sinaloa. Esa información serviría para chantajear y
negociar, incrementaría el poder del (espurio) presidente Peña a unos niveles
pe-li-gro-sos para E. U. ¡SIMPLEMENTE ALTERARÍA EL EQUILIBRIO DEL PODER! De ese
tamaño están las cosas.
EPN tiene el reto de mantener al "Chapo" en prisión. |
Intereses norteamericanos reclaman al capo para ser juzgado en E.U. |
En cambio, si el gobierno de Barack Obama lograra la
extradición del "Chapo", todos esos beneficios tras la obtención de
información privilegiada vulneraría todavía más al gobierno mexicano ante la
esfera de influencia regional de Estados Unidos. De por sí E. U. ya cuenta con
información, recopilada a través de sus agencias de inteligencia, en la que se
describen actos de CORRUPCIÓN y pactos entre los cárteles y los gobiernos
mexicanos de sexenios anteriores y aún del actual, pero sería todavía más
provechoso si el "Chapo" confirmara ciertas versiones e incluso
proporcionara nuevos datos.
No por nada Phill Jordan, el ex-director de la oficina de
la DEA en Dallas hizo esas declaraciones sobre dinero del cártel de Sinaloa en
la campaña del (espurio) presidente Peña Nieto. Todo es parte del mismo juego,
del jaleo que ambos gobiernos tienen. En reciente emisión de Noticias MVS,
Phill Jordan llegó a decir en una llamada telefónica a la periodista Carmen
Aristegui que sería mejor si E.U. juzgara al "Chapo" en una corte
federal. ¡Ya salió el peine una vez más!
Este es el conflicto de intereses a nivel bi-nacional. Y
en cuanto a lo local, todo apunta a que a Joaquín Guzmán Loera y al cártel
mismo NO le conviene la extradición, pues no es lo mismo negociar con un Estado
mexicano infiltrado por el crimen organizado desde hace décadas que hacerlo con
un Estado Norteamericano que cuenta con más mecanismos de protección de su
sistema legal ante el embate del poder corruptor de los cárteles, y que no
tendrá miramientos para refundir al "Chapo" en la más fría y sucia
mazmorra y sin privilegio alguno. Ese sí que sería su FIN, mientras que en
México todavía tiene mayores posibilidades.
Esto NO quiere decir que aconsejamos que el capo sea
llevado a E. U. y que claudique el Estado mexicano, solo decimos que éste
último tiene que ponerse a trabajar con verdadera voluntad política y aplicarse
a fondo para recuperar algo de legitimidad y evitar que le coman el mandado.
III.El peligro del
arraigo popular de la narco-cultura.
Mientras que los gobiernos de México y E.U. protagonizan
este conflicto de intereses, en el plano local nacional nos amanecemos con la
noticia de que en las ciudades de Culiacán y Guamúchil, en Sinaloa, miles de personas
acudieron a una marcha a favor de la liberación del "Chapo",
convocada a través de las redes sociales y con un despliegue propagandístico
notable y perturbador para la opinión pública.
Propaganda a favor de la liberación de un delincuente internacional. |
Los medios narran que hubo manifestantes adolescentes,
niños, adultos mayores y demás, que las pancartas y mantas estaban muy bien
elaboradas, que la marcha fue amenizada con dos bandas musicales, que había
gente convencida de la causa a la que asistía, y que habían autos y gente
vestida de blanco que coordinaban la manifestación, entre muchos otros
detalles.
De entrada, es negativo que el gobierno local haya
permitido la marcha, aunque hay que reconocer que se mantuvieron a la
expectativa y disolvieron la manifestación cuando se desataron conatos de
violencia y vandalismo. Por su parte, el gobernador de la entidad declaró que
son los propios familiares del "Chapo" los que financian la marcha.
Aunque no hay pruebas contundentes de ello, sí queda claro que es una táctica
similar a la que el cártel de los "caballeros templarios" empleó
hasta hace poco en Michoacán para presionar y pedir la salida del ejército y la
policía federal de la región de tierra caliente.
Los periodistas locales en Sinaloa lo han advertido desde
hace mucho tiempo atrás: ante el abandono del Estado, la población recurrió a
los cárteles como fuente de "empleo" y como sórdido preservador de la
seguridad pública. Tantos años de dominio del crimen organizado ha creado una
mentalidad aspiracional de jóvenes que ansían sumarse a las filas de sicarios y
operadores de los cárteles. Incluso hay gente en la entidad que dice no tener
otra oportunidad de crecimiento personal si no es en la ilegalidad.
El "Chapo" Guzmán y la organización que ha encabezado
saben que un juicio y encarcelamiento en Estados Unidos es una de las peores
condiciones que pueden enfrentar, y por eso que movilizan a su siniestra
"base social", conformada por pobladores convencidos, asustados o acostumbrados
a ver al cártel de Sinaloa como el poder fáctico que regula la vida económica,
social y política en la entidad. Es importante recordar que una de las
principales peticiones durante la marcha fue la de evitar que el
"Chapo" sea extraditado a E.U.
MÉXICO CORRE PELIGRO DE MAYOR CAOS POR LA VIOLENCIA SI NO
SE ATACA YA EL FENÓMENO DE LA SUB-CULTURA DEL NARCO. La detención de capos no
acaba por sí solo con la problemática social que trae consigo el crimen
organizado. Hace falta también combatir las estructuras financieras de los
cárteles, depurar a la clase política, y sobre todo, reinventar el tejido
social sobre nuevas bases.
Si no se generan empleos, si no mejora la educación, si
no se renueva la enseñanza del civismo a las nuevas generaciones y si continúa
la cancelación de las oportunidades del desarrollo personal que a su vez les
permita hacer aportaciones a la sociedad, entonces seguirá el fenómeno de la
ilegalidad exaltada a nivel de épica heroica a través de narco-corridos y la
inestabilidad social que produce la violencia del crimen organizado. ¿Ya se
enteró de que ya hay pandillas de niños en las primarias que cobran derecho de
piso en los planteles, y que someten a sus víctimas con lápices que amenazan
con clavarles en el cuello si no reciben el producto de sus extorsiones? *