miércoles, 22 de enero de 2014

LA OSTENTACIÓN OBSCENA Y CRUDA DE LA RIQUEZA DE LOS TEMPLARIOS, A COSTA DE LA SANGRE DE LA GENTE HONESTA Y TRABAJADORA DE MICHOACÁN.


En los últimos días, los grupos de autodefensas de Michoacán identificaron a Melissa Plancarte y a su hermano, quienes se promocionan como cantantes del género grupero desde el año 2012, como los hijos de uno de los principales cabecillas del cártel de los “caballeros templarios”, Enrique "Kike" Plancarte.


La revelación de que en Morelia, la capital del estado de Michoacán, se pusieron las instalaciones de edificios de gobierno a disposición de esta joven para que grabara sus vídeo-clips junto al actor cubano Julio Camejo (¡ De Televisa !), pone al descubierto la compleja y sucia red de complicidades entre el poder político de la entidad con el crimen organizado (¿Vendrá alguna purga de funcionarios? Se ve difícil por el momento).

Puesto que ninguna disquera aceptó grabar material de los hijos del líder templario, fue que se fundó la empresa "Plan Records Entertainment" (Plancarte Records), la cual se encargó de impulsar la carrera "artística" de ambos juniors de la mafia:



En este vídeo de Melissa, apodada como “la princesa de la banda” o la “Barbie de la música grupera”, la supuesta cantante refleja con su actitud la prepotencia propia de quienes se enriquecen gracias a actividades del crimen organizado. La vulgaridad, el lujo y la ostentación sin mesura en medio de la pobreza de la región de tierra caliente, y sobre todo, el intento por construirse una imagen, de alcanzar la fama, de volverse una referencia aspiracional de las clases menos favorecidas económicamente; una especie de propaganda sutil a favor del reclutamiento de más jóvenes que quieran obtener dinero a cambio de sumarse a las filas de la delincuencia. Un modus operandi propio de quienes patrocinan narco-corridos.

Recientemente, Melissa afirma que lo importante es valorar las opiniones sobre ella según de quién vengan. ¿Esta declaración no le recuerda un poco al enojo inicial de la pseudo-cantante Lucero, luego de que se supo que es aficionada a la cacería de animales junto con su actual novio?

Además, Melissa publicó otro vídeo en donde muestra una postura de desafío a la sociedad mexicana, un delirio de IMPUNIDAD:

                                       

De cualquier manera y a pesar del control de daños o desafío cínico que está joven quiera hacer, la verdad sabida por todos es que la riqueza de los hijos del capo templario Enrique Plancarte se amasó a base de miles de extorsiones, robos, saqueos, violaciones, secuestros, cocina y tráfico de drogas sintéticas, así como ejecuciones, descuartizamientos e incineraciones de todos aquellos que se opusieron al cártel o que no pagaban las cuotas de extorsión a tiempo. Se trata de un poder económico logrado a base de derramar la sangre de un pueblo honrado que hoy exige justicia, ahora con las armas en la mano, hartos de la complicidad entre los jefes criminales de la región con altos mandos policiacos, militares y altos funcionarios del gobierno estatal del estado de Michoacán y más allá. 

Últimamente, ella incluso se ha tratado de deslindar de las acciones criminales de su padre, pero eso sí, continua disfrutando de las riquezas mal habidas, obtenidas a costa de la extorsión y la sangre de miles de inocentes, lo cual es un CRIMEN en sí mismo. En una carta dirigida a los medios, Melissa dice que lo mucho o poco que ha gandado en el ámbito de la farándula es gracias a su propio esfuerzo, pero en realidad no habría podido comenzar una carrera en la música sin el apoyo del poder económico de su padre delincuente.

Por su parte, es de reconocer que la sociedad mexicana empieza a manifestar su repudio a esta ostentación de la riqueza del crimen organizado en las redes sociales. Se trata de un signo positivo. Al menos podemos decir que en el resto del país, la sociedad empieza a rechazar la figura de estos juniors de la mafia. ¡ MÉXICO ESTÁ CANSADO DE LA LUMPENBURGUESÍA CRIMINAL !



Recuérdelo: para que esta mujer, Melissa, pudiera disfrutar de todos los lujos y privilegios que tiene y tuviera la posibilidad de incursionar en la farándula, su padre mató, ordenó matar, extorsionar, secuestrar, violar, decapitar, descuartizar, incinerar y colgar a cientos y cientos de michoacanos en las entradas de los pueblos y en los puentes de caminos. El peso de todos esos execrables crímenes SÍ recae en ella, ya que Melissa goza de una vida acomodada que literalmente se bañó en sangre inocente.

Y si es verdad que las culpas no son transferibles de padres delincuentes a sus hijos, también es importante reiterar que esa riqueza de las familias de jefes criminales es por demás espuria y mezquina, y que si los hijos de esos personajes saben el origen de esos dineros y aún así hacen usufructo de esos recursos, se vuelven encubridores y cómplices, y hacen una manifestación pública de IMPUNIDAD, de cara a una sociedad que ha sido víctima de los cárteles por décadas en México.*

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