jueves, 16 de enero de 2014

PARA LOS PERIODISTAS OFICIOSOS, ES MUY FÁCIL HABLAR DE ESTADO DE DERECHO POR QUE NO TIENEN A LOS TEMPLARIOS DISPARANDO Y PATEANDO LAS PUERTAS DE SUS CASAS.



No solo en Televisa hay una parcialidad en la información que habla del estado de derecho sin tomar en cuenta para nada la realidad. También muchos de los periodistas de TV Azteca, como Pablo Hiriart y Manuel López San Martín, repiten como mantra y hasta el cansancio que no se puede permitir la existencia de grupos civiles armados, que se les debe detener sin importar las denominaciones de autodefensas, guardias comunitarias o lo que sea, y que es muy bueno, según la percepción de ambos, que el gobierno aplique todo el peso del estado en Michoacán, con la ocupación de las zonas de conflicto como son Uruapan, Apatzingán y demás municipios de Michoacán.



En cambio, otros analistas le recuerdan a la opinión pública que si la estrategia en Michoacán consiste solamente en la intervención de la policía federal y el ejército en la región hay posibilidades nuevas de fracaso como pasó en los tiempos del otrora presidente Felipe Calderón. Hace falta una estrategia para restaurar el tejido social, y garantizar que los michoacanos van a regresar a sus comunidades y a sus actividades productivas legítimas sin el temor de que el crimen organizado vuelva a quitarles de nuevo sus propiedades, a extorsionarlos y poner en riesgo sus vidas.

Por su parte, María Amparo Cassar, que colabora también en el programa "Primer plano" del canal 11, dice que no podemos hablar de autodefensas buenas y autodefensas malas. Ella critica a los politólogos Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo, quienes hablan de la construcción por parte de los comunitarios michoacanos de una legitimidad paralela a la del Estado. Amparo Cassar considera que por ningún motivo debe permitirse la existencia de grupos armados y fuera de la ley.



También hay varios intentos de periodistas en varios medios oficiosos de comunicación por vincular a los grupos de autodefensas con el cártel de Jalisco "nueva generación", y que los comunitarios "limpian" la zona de "templarios" para que llegue otro cártel. Simplemente no hay pruebas. Los voceros de las autodefensas niegan ese tipo de vínculo una y otra vez, pero lo importante aquí es que no hay evidencia sólida, sino solo sospechas: que de dónde sacan las armas de grueso calibre, que quién los financia, que si José Manuel Mireles venía de Jalisco  hacia Michoacán en avión tras una reunión con un grupo rival de los "caballeros templarios", versiones, versiones, pero nada está probado.

¿Las armas de alto calibre? Se las pudieron quitar a los criminales tras los enfrentamientos. ¿El financiamiento? Varios empresarios michoacanos están exiliados en el extranjero, y desde allá apoyan a las autodefensas. ¿Y Mireles? Ni siquiera se ha hecho de conocimiento público la ruta de vuelo de la aeronave en la que se accidentó el líder de las autodefensas de Tepalcatepec.



Los periodistas oficiosos en México NO quieren reconocer que desde hace muchos años, sexenio tras sexenio, las élites políticas están divorciadas de la sociedad: solo están interesadas en el enriquecimiento mediante la manipulación de concesiones públicas y contratos, así como la malversación del presupuesto, y que ha habido un abandono institucional en varias regiones marginadas del país, algo de lo cual la ciudadanía NO puede tener la culpa.

Ese abandono sentó las bases para que el crimen organizado haga de las suyas en amplias zonas  de nuestra geografía. Y ahora que la existencia de las autodefensas cuestiona la autoridad y hasta la legitimidad del Estado de manera indirecta, es que el gobierno se indigna y ahora sí manda al ejército para tratar de imponer un estado de derecho que el mismo gobierno desatendió, gracias al avance de la CORRUPCIÓN política y su complicidad con el crimen organizado a nivel municipal.

Usted, lector que lee y ha leído nuestros artículos, sabe bien que la línea editorial de este sitio en internet critica muy fuertemente al gobierno de Peña Nieto, pero eso no significa que estemos en contra de un estado de derecho. Estamos de acuerdo en que exista un gobierno, pero un que reduzca la CORRUPCIÓN al mínimo de los países más transparentes del mundo. Para que ello ocurra, se tiene que aplicar la ley, pero no selectivamente y solo a quienes se defienden de grupos delincuenciales, sino a los criminales en principio.

La situación de los comunitarios en Michoacán es desesperada. Por eso ellos se han armado para protegerse de los criminales, aún a riesgo de echarse también como enemigo al gobierno y a los funcionarios, policías y militares CORRUPTOS.



Los michoacanos quieren recuperar la paz y retomar el camino a la prosperidad a como dé lugar. ¿Usted no lo haría, si estuviera su vida de por medio y estuvieran los criminales por tirar la puerta de su casa, despojarlo de todo lo que posee y llevarse a todas las familiares del sexo femenino que viven con usted? Qué fácil es para María Amparo Cassar, Manuel López San Martín y Pablo Hiriart el hablar de estado de derecho, sentaditos muy cómodos en el foro de televisión, miles de kilómetros lejos de la cotidiana balacera y el fuego cruzado en Michoacán. *


No hay comentarios:

Publicar un comentario