Para estos momentos, ya está plenamente confirmado. Según la versión del gobierno federal, Dionisio Loya Plancarte, Alías "Tío Nicho", fue ubicado en la ciudad de Morelia, a tan solo un kilómetro y medio de la casa del (dizque) gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo. Ha caído uno de los principales cabecillas del cártel criminal de los "caballeros templarios", pero faltan los demás...
Y pues sí, Loya Plancarte fue el líder templario que retó a un duelo de vaqueros a Hipólito Mora, jefe de la policía comunitaria del municipio de La Ruana y uno de los principales coordinadores de los grupos de autodefensas. En reciente entrevista con la periodista Carmen Aristegui, Hipólito Mora confiesa que siempre tomó a risa este supuesto reto.
Por otro lado, el hecho de que "El tío Nicho" haya sido capturado en la ciudad capital de Morelia es un signo preocupante, pues refuerza la versión de Estalisnao Beltrán, el actual vocero de las autodefensas, acerca de la posibilidad de que los otros líderes templarios aún prófugos se encuentran refugiados en otras entidades del país, como San Luis Potosí o Tabasco, e incluso en el extranjero.
Loya Plancarte portaba un arma calibre 38 mm y una subametralladora 9 mm en el momento de ser detenido por las autoridades. El capo se hallaba en una especie de habitación del pánico detrás de un armario de ropa, junto a un menor de edad cuyo nombre no fue dado a conocer. Al menos podemos decir que su captura, aunque bochornosa, no fue tan penosa como la de Sadam Hussein. Sin embargo, eso no impidió que Loya Plancarte ingrese al penal de máxima seguridad del Altiplano.
No obstante, es difícil tomar estas últimas noticias con tanto entusiasmo. Han pasado muchos días desde que los grupos de autodefensa afirmaron tener sitiado el municipio de Apatzingán, el principal bastión del cártel de los "caballeros templarios", y aún no se ha sabido de la actual situación de los capos que siguen libres.
Existe el riesgo de que este tiempo haya dado lugar a negociaciones entre los líderes criminales y el gobierno federal. Bien puede ser para pactar una entrega pacífica y sin sacrificio de más vidas, pero también es posible que los capos usen el tiempo que les queda para huir a otras regiones de México y fundar el cártel de San Luis Potosí o el cártel de Tabasco, o que se vayan al extranjero y se esfumen permanentemente, con el objetivo de continuar con sus actividades ilegales. La principal demanda de los coordinadores de los grupos de autodefensa, que consiste en la captura de los 7 líderes templarios como condición para el repliegue de los comunitarios a sus lugares de origen, aún no se ha cumplido en su totalidad.*
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