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Los mexicanos estamos cansados de escuchar historias de CORRUPCIÓN y complicidad entre militares y funcionarios con el cártel de los "caballeros templarios" y la "familia michoacana". Desde luego que está mal que los pobladores en los distintos municipios de Michoacán anden armados, pero tenemos que reconocer que es un acto desesperado de autodefensa ante el embate del crimen: extorsiones, secuestros, ejecuciones, fosas clandestinas, violación de mujeres y niñas, narcotráfico... ¿Qué pueblo puede soportar está INFAMIA de forma permanente?
El secretario de gobierno de Michoacán, Jesús Reyna declara que hay estrategia para contener y detener a autodefensas, pero deja completamente de lado en su discurso la misión de detener y encarcelar a los "templarios".
Con la batalla que relató el doctor Mireles para Noticias MVS, el pasado lunes, se hace notar que el Ejército Mexicano está solamente a la expectativa. ¡Valiente ejército, que NO defiende a los michoacanos, en mes del aniversario de la Revolución Mexicana! ¿Pues no que el Ejército Mexicano está formado por gente del pueblo?
Ya el pilitólogo Sergio Aguayo apuntó con certeza que en el pasado, cuando había guardias rurales que apoyaban al ejército, justo cuando se enfrentaron con los cristeros, en las primeras décadas del siglo pasado, los militares iban hasta atrás, y ponían a los rurales al frente. Tal parece que esa misma falta de valor afecta también al ejército regular con el que cuenta el actual Estado mexicano, un ejército muy maltrecho por la inflitración y los sobornos que los grupos criminales hacen para tener a más miembros de las fuerzas armadas trabajando para ellos o informándoles de los operativos venideros. Por su parte, estamos de acuerdo con el analista Lorenzo Meyer en el sentido de que ahora el enemigo de los ciudadanos mexicanos y del Estado mexicano es otra parte del Estado, gracias, como siempre y por desgracia, al avance de la CORRUPCIÓN POLÍTICA.
Ya el pilitólogo Sergio Aguayo apuntó con certeza que en el pasado, cuando había guardias rurales que apoyaban al ejército, justo cuando se enfrentaron con los cristeros, en las primeras décadas del siglo pasado, los militares iban hasta atrás, y ponían a los rurales al frente. Tal parece que esa misma falta de valor afecta también al ejército regular con el que cuenta el actual Estado mexicano, un ejército muy maltrecho por la inflitración y los sobornos que los grupos criminales hacen para tener a más miembros de las fuerzas armadas trabajando para ellos o informándoles de los operativos venideros. Por su parte, estamos de acuerdo con el analista Lorenzo Meyer en el sentido de que ahora el enemigo de los ciudadanos mexicanos y del Estado mexicano es otra parte del Estado, gracias, como siempre y por desgracia, al avance de la CORRUPCIÓN POLÍTICA.
Los mexicanos en el resto del país y la opinión pública mundial daremos seguimiento a está crisis humanitaria que afecta a nuestros paisanos michoacanos. De momento, le decimos al gobierno que falla en ese estado por que NO aplica el peso de la ley a los grupos criminales que cometen delitos en contra de la población inocente. *
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